Pour les Enfants de Toutes les Patries.
Le he cambiado un poco los primeros compases a la Marsellesa. Es intencionado. Lo que quiero contar en estas pocas líneas va dirigido, precisamente, a «los niños de todos las patrias» y, sobre todo, a los que tienen la misión de educarles. ¿Cómo es posible que personas de veintipocos años se determinen, como convertidas en bestias, a sacrificar las vidas de cualquiera y las suyas propias, por un afán que no han tenido tiempo siquiera de comprender o asimilar mínimamente? ¿Quién está detrás de todos estos niños a los que, eliminándoles su más básicos instintos humanos, incluido el de supervivencia propio, les llegan a convertir en verdugos sin piedad de seres de su propia naturaleza? ¿Quién detiene ya a quienes sin escrúpulos y vil cobardía no dudan en robar la infancia de aquellos que en pocos años se van a convertir, de forma imperdonable y execrable, en bestias para la humanidad?
Sea cual sea la idea o ideología implicada, repito, sea cual sea la idea o ideología implicada, cada vez más se demuestra que el adoctrinamiento de los niños es la forma de violencia cultural más extendida, más cruel, más peligrosa y más devastadora que existe…. Solo hay que ver las noticias..